SEMANA DE
(Del 01 al 07 de Junio 2020)
“EL BUEN
SAMARITANO”
(Del evangelio de Lucas Lc 10, 29-37)
Pero el maestro de
la ley, queriendo justificar su pregunta, dijo a Jesús:
-
¿y quién es el
prójimo?
Jesús entonces le
contestó:
-
Un hombre iba por
el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron
hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el
mismo camino; pero al verle, dio un rodeo y siguió adelante. También un Levita llegó a aquel lugar, y
cuando le vio, dio un rodeo y siguió adelante.
Pero un hombre de Samaria que viajaba por el mismo camino, al verle,
sintió compasión. Se acercó a él, le
curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió a su propia cabalgadura, lo
llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al
día siguiente, el samaritano sacó dos monedas, se las dio al dueño del
alojamiento y le dijo: “Cuide a este
hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva. Pues bien, ¿Cuál de esos tres te parece que
fue el prójimo del hombre asaltado por los bandidos?.
El maestro de la ley contestó:
-
El que tuvo
compasión de él.
Jesús le dijo:
-
Pues ve y haz tú
lo mismo.
Reflexión bíblica:
Antiguamente los
pobladores de aquellas naciones regían su manera de vivir de forma muy radical
por leyes o costumbre. En el relato
podemos observar a tres transeúntes, un sacerdote y los otros dos de dos
pueblos diferentes. Si el sacerdote
ayudaba a aquel hombre perdería purificación para el momento en que fuese a
tomar las sagradas escrituras y realizar el servicio en el templo por eso dio
un rodeo y siguió, al levita por su estatus social no sería bien visto al
inmiscuirse en asuntos como esos, por lo que también dio un rodeo y siguió, al
samaritano sus costumbres no le permitían ayudar a extranjeros, sin embargo
este decidió darle la espalda a sus costumbres para hacer lo humanamente
correcto, brindarle su atención a aquel hombre que necesitaba ayuda.
Reflexión
llevada a la vida diaria:
Hace mucho tiempo
los venezolanos eran muy amables y serviciales.
Sus valores de ayuda humana, aplicables a cualquier caso, estaban
sólidamente presente en su forma de vida. Nunca dejaba de tenderle la mano a cualquier
familiar, amigo o vecino. Hay que estar
claro que si había algunos que no tenían una buena formación en estos valores,
pero en términos generales la gran mayoría de los venezolanos vivían así. Si vía a cualquier persona en apuros o
necesitada de ayuda económica o personal sin pensarlo dos veces se ofrecía para
ayudarle y no se podía dar una negativa porque eso significaba una ofensa. Actualmente las familias ya no están
trabajando esos valores como regla de oro para la vida, como consecuencia ya
muchos no quieren brindar su ayuda de forma voluntaria y desinteresada.
Voy a dejarles
cuatro posibles casos donde estos valores, al parecer, no fueron cultivados.
Caso
No. 1:
Un niño o adolescente pudiera llegar a casa y le decirle a su mamá o papá:
-
Sabes
que en el colegio unos muchachos se burlaban y empujaban a un compañero de
clase y no sabía defenderse, pensé en llamar al director para que interviniera
pero no estaba seguro.
La
respuesta de sus padres fue:
-
Estás
loco, no te metas en eso, mira qué problema llama a problema.
Caso No. 2: Uno que se dice llamar “buen amigo de su
vecino” va por el camino hacia el mercado y ve que su vecino se le rompe la
bolsa y se le cae al suelo parte de sus compras, inmediatamente saca el celular
y empieza a leer un mensaje aunque no tenga uno. Al llegar el edificio se topan los dos y el
del percance le dice al otro:
-
Hola
que tal, sabes hace ratico venía del mercado y de forma tonta se rompió una de
las bolsas y se regaron mis compras en el piso.
Su
buen vecino le dice:
-
Oye
a qué hora y en que parte porque yo iba camino al mercado y no te vi.
Caso No. 3. A una persona se le presenta una emergencia
con un familiar a las 11:30pm, su vecino está con la familia en la sala viendo
una película y al escuchar toda la situación que está ocurriendo al lado
inmediatamente le dice a uno de los hijos:
-
Corre,
ponle pausa a la película y apaga la luz para que crean que estamos dormidos,
sino van a tocar para que los lleve en el carro a esta hora.
Caso No. 4 (muy
frecuente hoy en día): Sube al metro un señor algo mayor con un
brazo enyesado y una bolsa en la otra mano y no hay puesto disponible, cerca
del señor hay un joven sentado que al verlo subir empieza a leer de forma muy
atenta e interesada el periódico, lo extraño es, que está leyendo el periódico
al revés.
Y
como estos hay muchos casos más, lo que nos lleva a la pregunta de la semana:
¿Si
tuvieras la oportunidad de ayudar a alguien con poca o mucha importancia, según
la lectura cual sería tu posición, la del Sacerdote, la del Levita o…., la del
Samaritano?
Que Dios los
bendiga y acompañe siempre.
Prof. Bernardo
Fuentes.
Cátedra Religión.
Coordinación de
Pastoral.