lunes, 25 de mayo de 2020

Todo está consumado



SEMANA DE REFLEXIÓN

“TODO ESTÁ CONSUMADO”
Del Sermón de las Siete Palabras, Sexta Palabra (Del evangelio de Juan 19,30)

“Jesús bebió el vino agrio, y dijo:
-Todo está cumplido.-
Luego inclinó la cabeza y murió.”

Reflexión bíblica:

Jesús vino a este mundo para aprender como sentía, como pensaba y como vivían los seres humanos para así poder entenderlos y comprendedlos, por eso Dios, a través del Espíritu Santo lo colocó en el vientre de María para que naciera de un humano, así aprendió a conocer y sentir lo que es el amor de madre, que al no saberse desenvolver y defenderse por sí mismo su madre siempre estuvo a su lado para cuidarlo, amarlo y protegerlo.  En su etapa de niñez, aprendió todo lo que era ser niño, tremenduras, caídas, raspones, golpes, desobediencia por ignorancia, travesuras, enfermedades e inquietudes por conocer todo lo que estaba a su alrededor.  En su juventud, aprendió que la familia era un grupo de fortaleza, unión, apoyo y amor, supo lo que era enojarse con sus padres al no entender que lo que ellos hacían era para su bienestar y formación como hombre, también entendió que como apoyo de familia tenía que ayudar en los que hacer de la casa, ayudaba a su madre a cargar el agua necesaria para las tareas de la casa y a su papá con el trabajo de carpintería.  También conoció como relacionarse con las personas, su importancia y el valor de la mistad.

En todo este tiempo hubo algo que sintió y no dejaba pasar por alto, el llamado de Dios a través de las enseñanzas por medio de las escrituras, por eso al igual que todos los pobladores visitaba con frecuencia el templo para aprender de Dios, su Padre.

Al alcanzar su madurez, sintió el llamado definitivo del Padre para iniciar el plan de Dios para él.  La vigilia en el desierto para su preparación, el bautismo, la predicación por todos los pueblos para dar a conocer el Amor de Dios y finalmente la traición que lo llevaría a la tortura inhumana y posteriormente a la muerte mediante la crucifixión.

En su último momento en la cruz, Jesús dio un paseo por todo lo que fue su vida dándose cuenta que había acatado fielmente a la voluntad del Padre sin imponer la suya, entonces muy complacido dice aquella célebre frase “TODO ESTA CUMPLIDO”, exhala su último aliento, y muere.

Reflexión llevada a la vida diaria:

Cada uno de nosotros tiene un propósito, una misión que cumplir en este mundo al igual que Jesús a pesar de ser el hijo del Altísimo.  Deberes y tareas como niño, como adolescente, como joven, como adulto y como anciano.  Como miembro de familia, hermano, vecino, amigo, estudiante, profesional y/o esposo (a), o también entregarse a la vida religiosa para el servicio definitivo a Dios, o porque no, una vida normal pero en solitario.

Parecen tareas sencillas, pero no, son tareas muy complejas que requieren de toda nuestras atención y comprensión para el debido cumplimiento y fiscalización de cada una ellas, para que cuando también nos llegue nuestro último momento podamos decir como Jesús, “TODO ESTA CUMPLIDO”.

Sin embargo nuestras tareas están distribuidas a lo largo o corto de nuestra vida, por lo que podríamos ir dando un vistazo a las etapas que hemos ido dejando a nuestro paso, para evaluar si hemos cumplido correctamente con las tareas que nos ha tocado realizar dependiendo de, en que parte de nuestra vida estamos ubicado actualmente.

Es entonces cuando viene la gran pregunta personal e individual:

.- ¿Crees que cuando llegue tu último momento, al igual que Jesús podrás decir satisfactoriamente “TODO ESTA CUMPLIDO”?

Dale un vistazo a lo que ha trascendido en tu vida hasta ahora para ver si lo realizaste como tenía que ser, nunca interpongas tus intereses personales sino lo que es verdaderamente correcto, si no es así, la sabiduría de Dios nos enseña que no podemos cambiar el pasado, pero si podemos corregir y enmendar las tareas o  misiones que hayamos hecho de forma incorrecta, para que cuando miremos hacia atrás podamos decir seguros y orgullosos “TODO ESTA CUMPLIDO”.

Después de leer este texto, en cualquier momento del día durante esta semana tómate un tiempo y reflexiona lo que ha sido tu vida, recuerda que no podemos ir colocando parches o remiendos a lo que hemos hecho mal, la verdadera sanación se da con el tratamiento adecuado, si por el contrario estas seguro de que todo lo has realizado como debe ser entonces hermano felicitaciones y ore mucho a Dios para su vida siga igual y hasta mejor de lo que ha trascendido.

Que Dios los bendiga y acompañe siempre.

Prof. Bernardo Fuentes.
Cátedra Religión.
Coordinación de Pastoral.